Aquí dejamos un debate de la 2 sobre la importancia de la Educación Física y los cambios que ha experimentado en las últimas décadas...
Lanzamos, como en el vídeo, las preguntas: ¿qué era la Educación Física? ¿Cómo la recuerdas? ¿Qué importancia le concedes?
divendres, 24 de maig del 2013
Insuficiente en Educación Física
Artículo publicado en El País
España es
uno de los países de Europa que menos parte del horario de la ESO dedica a la
asignatura de Educación Física, según un reciente estudio de la oficina de estadística escolar
de la UE (Eurydice). Francia destina, en educación secundaria, el 14% del
“currículo mínimo recomendado” a esta asignatura, “mientras en España, Malta y
Turquía el porcentaje es solo el 3%-4%”, dice el texto. En general, la mayoría
de las comunidades autónomas programan dos horas semanales de Educación Física
en la ESO (en lugar de una, el mínimo fijado por el Gobierno), pero aparte de
que el resultado está todavía muy lejos del tiempo de clase de
países como Francia; es insuficiente, según los expertos.
De hecho, en las estrategias españolas de
fomento del deporte en edad escolar que recoge el estudio de Eurydice, se
marcaban como objetivo “alcanzar y consolidar unos mínimos horarios que
aseguren una práctica de actividad física y deportiva recomendable entre la
población en edad escolar”, según el Plan
integral para la actividad física y el deporte, del Consejo
Superior de Deportes, CSD, de 2010. Un año antes, en un estudio similar del CSD se hablaba de trasladar “a las
administraciones competentes la necesidad de aumentar los mínimos horarios
relacionados con el área de Educación Física, atendiendo como mínimo a las
recomendaciones del Parlamento Europeo (2007) que aconsejan, al menos, tres
horas a la semana”.
El presidente del Consejo de Colegios Oficiales de Licenciados en
Educación Física, Vicente Gambau, reclama de nuevo —ahora que el Ministerio de
Educación está impulsando una nueva ley— que se establezcan, al menos, esas
tres horas semanales de clase de Educación Física de las que habla el
Parlamento Europeo, pero con la aspiración de llegar a cinco horas. Esto
implicaría aumentar una clase semanal más en la ESO, ofrecer la asignatura en
2º de bachillerato y aumentar ligeramente el horario en algunas comunidades en
la educación primaria. De hecho, la materia perdió espacio en primaria tras la
anterior reforma legal (la LOE, de 2006) y la mayoría de las autonomías no
compensaron esa disminución en los horarios finales (las autonomías tienen
margen para completar el tiempo escolar). En 14 comunidades se perdió tiempo de
Educación Física en primaria, según un trabajo de repaso de 2007 de UGT.
Lo cierto es que, si se trasladara al horario escolar cada
petición de más espacio por parte de algún sector, los niños necesitarían
jornadas de trabajo de 18 horas. Sin embargo, los especialistas en educación
física y en salud insisten en que en este caso la mejora es especialmente
importante. “Hace falta más duración de las clases y más calidad. Hay que
implicar a los padres y a los docentes de otras asignaturas”, señala el
profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra
Miguel Ángel Martínez. El experto recuerda que la clase de Educación Física no
es solo el tiempo de deporte, sino la base sobre la que deben asentarse todos
los hábitos saludables de los jóvenes. “Hoy existe más concienciación sobre el
tema, pero se ha dicho mucho y se ha hecho poco”, insiste.
Por ejemplo, aquel trabajo del CSD de 2009 decía: “En la sociedad
occidental en general y en la española en particular, se detecta un aumento
progresivo de los hábitos sedentarios de los escolares. Los indices de
sobrepeso y obesidad infantil han crecido de forma alarmante los últimos anos.
El estudio ENKID sitúa el índice en un 26,3%, el más alto de Europa junto con Malta
y Grecia. Los hábitos de ocio vinculados a los videojuegos y a las actividades
sedentarias, cada vez son mas frecuentes entre los y las jóvenes”.
La mitad de los adolescentes de 15 años solo
hacen ejercicio en esa clase
La ministra Sanidad, Ana Mato, proclamó a finales del año pasado
la conveniencia de que los niños y adolescentes dediquen al menos cinco horas a
la semana a actividades físicas. Lo dijo en una convención sobre el plan NAOS
(Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad),
dentro del cual, por ejemplo, se ha limitado la venta de refrescos y bollería
en las escuelas. Sin embargo, aunque tiene el compromiso de seguir fomentando
el deporte en edad escolar, el Ministerio de Educación descarta un aumento del
horario mínimo de Educación Física en los currículos, explica un portavoz del
departamento que también es de Cultura y Deporte. Eso sí, añade, dentro de las
posibilidades y los márgenes de decisión de los centros, destacan que los
colegios e institutos que lo deseen podrán especializarse en deportes
(dedicándole, por tanto, más tiempo).
Pero los especialistas advierten de que, aunque hay muchos
escolares que sobrepasan esa recomendación de cinco horas (dentro y fuera de
las clases), un tercio de chicos de 9 a 17 años realiza actividad física con
una frecuencia insuficiente y que, a partir de los 15 años, la mitad de los
adolescentes solo la realizan en la clase de Educación Física, según una
encuesta de 2010 hecha por el profesor de la Autónoma de Madrid Juan Luis Hernández
Álvarez.
Además, Gambau insiste en que el tiempo efectivo de ejercicio se
reduce mucho por los desplazamientos, el cambio de ropa, la ducha (unas
cuestiones de higiene que, en la inmensa mayoría de los casos, se respetan,
asegura). Y sobre todo, resalta lo que escribió en una carta a los ministros de
Sanidad y Educación:
“Hay evidencia científica de que resulta posible incrementar las
horas de educación física hasta una hora diaria, reduciendo consecuentemente el
tiempo asignado a otras materias académicas, sin que eso suponga un deterioro
del rendimiento académico en los escolares y sí una mejora de diversos
indicadores de salud”.
El especialista Daniel N. Ardoy, por su parte, se refiere a los
valores que transmite el área, esos del esfuerzo, la cooperación o la
superación... Estos, en su traducción al lenguaje escolar de competencias
básicas (las que según Europa deberían tener todos los jóvenes al terminar la
escuela obligatoria), son “la competencia social y ciudadana; autonomía e
iniciativa personal, o aprender a aprender, que, entre otras, se trabajan en
mayor medida en Educación Física”, asegura Ardoy.
¿Mejora de la calidad educativa?
Articulo publicado en EL País
Para elaborar la nueva ley
educativa (LOMCE), el Ministerio de Educación pidió a los ciudadanos
sugerencias para mejorar el actual sistema. La propuesta fue bien acogida por
la comunidad educativa y miles de escritos llegaron al ministerio. Con ellos se
publicaron tres informes. Sin embargo, el borrador de la ley mostró que muchas
propuestas de profesionales de la educación cayeron en saco roto (las áreas
artísticas, por ejemplo, se vieron gravemente perjudicadas). Los profesionales
de la Educación Física no vieron atendida su propuesta de aumentar la carga
lectiva en esta área.
Aunque el Gobierno utiliza los
informes PISA, parece no haber advertido que en los países nórdicos como
Finlandia, que van a la cabeza en educación, disponen de una hora diaria de Educación
Física. Otros tienen esta asignatura obligatoria en la universidad. De ahí una
de las recomendaciones de dedicar más de dos horas semanales, pues está bien
establecido por la comunidad científica que el ejercicio físico, además de
disminuir la incidencia de varias enfermedades (reduciendo el gasto sanitario),
evita problemas de aprendizaje y de desarrollo, incrementando el rendimiento
académico, ya que mejora varios procesos cognitivos, como la concentración o el
cálculo. Curiosamente, ni la reciente propuesta de la ministra de Sanidad de
implantar una hora diaria de ejercicio en las escuelas para paliar la elevada
tasa de sedentarismo infantil (un 25% tiene obesidad o sobrepeso) ha merecido
un aumento. Después de las sugerencias, y ahora de las quejas en masa por parte
de todos los colectivos relacionados con la Educación, solo queda esperar que
el ministro trate realmente de hacer honor al nombre de la nueva ley.— Alejandro
Carriedo Cayón. Licenciado
en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte,
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